miércoles, 10 de julio de 2013

Dejo la fic.

Queridas lectoras:

Como dice el título, dejo la fic. Antes de que digáis nada, tengo razones. He cometido muchos errores con esta fanfic. Como pudisteis ver, he unido a la mitad de las parejas en menos de 15 capítulos y de una manera un tanto precipitada e irreal. Por otra parte, no sé cómo avanzar la fic. No encuentro manera de continuarla. Perdón por dejar la fanfic a medias. De verdad, a mí me cuesta muchísimo dejarla. Pero no quiero que esta fanfic se convierta en una mierda, y por el camino en el que estaba yendo, esta fanfic sería una mierda en breve. Lo siento, perdón. Por dejar esto así.

Gracias a todas las que me habéis apoyado y a todas las que habéis leído lo poco que llevaba de fic. Sólo 19 capítulos y ya la dejo... Penoso.
Y si alguna tiene interés en que continúe esta, la voy a dejar en "venta" por así decirlo. Si alguien quiere continuarla, puede. Que se ponga en contacto conmigo por twitter (@InHarrysDimples) o si no que me avise por un comentario aquí que yo contacto con ella :) De verdad, está completamente en "venta".

Muchas gracias en especial a Sarai, que desde el principio de esta fanfic ha estado atenta, y que me ha recomendado a mucha gente, de verdad, gracias Sarai por todo :) Si te digo la verdad, tú has sido la razón de que empezase a escribir. Me encantaba tu fic (la primera parte de HWGA), que fue la primera fanfic que leí, y me animé a intentar escribir tan bien como tú, pero no lo di hecho, como ves. Gracias por todo tu apoyo @SaraiLoveSlayer jajaja ;)

También millones de gracias a Paula, que si no hubiese sido por esta fic, nunca hubiese conocido a esta perfecta chica que se ha convertido en alguien muy cercano a mí y todo por charlas hasta las tantas de la mañana en Tuenti. Gracias por leer la fic, Pau. ¡Y LAS PAULATICS AL PODER! Cuando Paula concurse en X Factor, yo seré su fan número uno. JAJAJA

Y millones de gracias a las 21 que estáis suscritas en el blog. De verdad, sin vosotras, no habría subido ningún capítulo de esta fanfic, que aunque ahora sea una completa mierda, espero que la siguiente sea mejor, y que todas las que habéis leído algo de esta, estéis conmigo en la siguiente.

Ya he creado el link. Se va a llamar You Always Will Be My Superman. Aún no he subido nada, quiero tener varios capítulos acabados antes de empezar a subir algo :)

Y para finalizar:

A lo mejor, y repito, a lo mejor, si veo que mucha gente se me pone toa' deprimía y to' chunga porque deje la fic, la seguiré JAJAJAJAJA. Pero si queréis que la siga de verdad, no me sirve que pongáis un comentario por pura pena. Por esto de darme ánimos y bla bla bla. Me ayudaría más si me dijerais todos los fallos que habéis visto en esta fic, para no volver a repetirlos en la siguiente. Por favor os lo pido: sed sinceras.



Gracias por todas las cosas que me ha traído escribir esta fic.

Os amo mucho, Lex. xx

martes, 18 de junio de 2013

Capítulo 19 [PARTE 1/2]



Narra Alex. 
 
El sonido de la alarma de mi móvil me despertó. Mierda, las nueve y media. Debía estar en la academia a las 11, pero antes debía comprar algunas cosas necesarias, preparar la guitarra y coger los papeles de la beca para la admisión en la escuela de música. La Tech Music School Londinense me esperaba.
Cepillé mis dientes a la velocidad de la luz, desenredé los nudos de mi cabello y volví de nuevo a mi habitación a escoger la ropa. Me decanté por unos simples jeans rasgados con una camiseta de los Ramones. Calcé mis converse negras desgastadas y corrí hacia la cocina. Una sonriente Nicole me miraba sonriendo con una taza y dos cruasanes en una bandeja, a su lado, en la encimera.

-¿Para mí? –Pregunté con la  respiración aún agitada.

-Sí. ¿Ves que buena soy a veces? –Empezó a pestañear rápido, poniendo una sonrisa de inocente.

-¿Quieres algo a cambio o solo es una muestra de cariño mañanera? –Pregunté riendo.

-Nada de eso, es que no daba dormido, y como me aburría te preparé el desayuno.

-¿Tengo que darte las gracias? –Solté una carcajada mientras empezaba a comer el cruasán.

-Claro.

-Ah, pues entonces gracias. –Dije seca, pero a los diez segundos empezamos a reír.

Después de recoger y despedirme de Nicole y Abie, la cual se levantaba ahora, salí por la puerta para coger un taxi. Después de una media hora de trayecto, por fin llegamos al edificio de la Tech Music School. Al entrar en recepción, un chico de unos veintisiete años me miró sonriente, mientras organizaba papeles de su mesa.

-Bienvenida a Tech Music School. –Dijo desde detrás del mostrador. -¿Puedo ayudarla en algo?

-Soy Alexandra Fernández, vengo desde Dallas, Texas, con una beca. –Contesté, sacando todos los papeles con el certificado de la beca.

-¡Oh! Por supuesto, ya me olvidaba que hoy llegaba usted. Bueno, déjeme meter todos sus datos. Mientras siéntese en los sillones de allí, cuando acabe la avisaré. –Asentí dejando todos los documentos sobre su mesa, para después acomodarme en los sillones negros en una especie de salita de espera.

Mientras esperaba cogí mi móvil. Mi twitter estaba lleno de menciones sobre mi relación con Harry, si éramos novios o solo amigos, y demás. Me sorprendieron algunas chicas que me insultaban, muchas quizá. ¿Por qué me juzgan si ni me conocen? Duele.

-Bienvenida a la Tech Music School. –Dijo el chico de antes, provocando que levantara la cabeza. 
-¿En qué puedo ayudarla? –Le preguntó a una chica de pelo corto y reflejos rojos, algo bajita, que cargaba una cantidad de papeles parecida a la mía de antes.

-Me llamo Harriet Mallette, vengo desde Ottawa, Canadá, con una beca. –Dijo casi en susurro, repitiendo la misma acción que yo de dejar los papeles sobre la mesa.

-Perfecto. Bueno, mientras hago todo el papeleo, puedes sentarte allí, junto a aquella chica. –Hizo un gesto con su cabeza hacia mi dirección, para que la chica se fijase en mi presencia. Asintió con la cabeza para luego sentarse un poco alejada de mí, cogiendo también el móvil.

-Desde Ottawa, entonces. –Dije, intentando capturar su atención.

-Sí. –Sonrió tímida.

-Me llamo Alexandra, pero puedes llamarme Lexie o Alex. –Le sonreí, extrendiendo mi mano como saludo. –Vengo desde Dallas, Texas.

-Encantada Alex, yo soy Harriet. –Asentí.

-¿Qué cursos vas a hacer?

-Vocales, piano y composición, ¿tú?

-Vocales, composición y guitarra. Espero que coincidamos en las mismas clases. Así conoceré a alguien de aquí.

-¿Conoces a alguien aquí en Londres?

-Sí, ya hice un par de amigas aquí, mi compañera de piso y… -¡One Direction! No Alex, no. -…unos amigos que hicimos en una fiesta. ¿Y tú?

-Em… -Pareció dudar. –No.

-No pareces muy segura. –Reí. Al ver que se tensaba su cuerpo, decidí calmarla. –Es broma tonta, nos acabamos de conocer, no te voy a pedir que me cuentes toda tu vida. –Reí, y ella conmigo. –Si te apetece, un día de estos te presento a mis amigas, así ya no estarás tan sola.

-Me encantaría. –Sonrió. -¿Y cuántos años tienes?

-Diecinueve. ¿Tú?

-Dieciocho. –Suspiró. –Vaya, siempre me toca ser la pequeña. –Reímos.

-Señoritas, el papeleo está listo. –Dijo divertido el chico desde detrás del mostrador. Nos levantamos de nuestros asientos para dirigirnos hacia el chico. –En quince minutos empieza la clase de canto, en la cual coincidís las dos. Dirigíos al estudio 106, allí os estará esperando la profesora Melinda. –Nos sonrió. –Cualquier problema, venid aquí. Me llamo Mike.

-Encantada Mike. –Dijimos Harriet y yo al unísono. Reímos por la coincidencia y empezamos a investigar los largos pasillos con fotos colgadas en ellos. Había algunas fotos con famosos como Adele, Olly Murs, Rita Ora…

Realmente me encantaba este sitio.

“Estudio 106”. La puerta estaba abierta, dejando ver un pequeño escenario con sillas alrededor de este. Como el típico salón de actos del instituto.

-¡Bienvenidas! –Nos sorprendió la voz de una mujer joven desde una esquina del escenario. –¿Sois alumnas?

-Me llamo Alex Fernández. Y ella es Harriet. –Contesté por ella, al ver que no iba a abrir la boca. 
–Nos inscribimos en clases vocales. Mike, el recepcionista nos dijo que viniéramos aquí.

-¡Perfecto! Más alumnos. –Dijo eufórica. –Yo soy Melinda, pero podéis llamarme Mel. Subid aquí, por favor. –Nos indicó señalando el pequeño escenario. –Chicas, estes serán vuestros futuros compañeros. –Nos indicó señalando al pequeño grupo de unas cinco personas allí. Estas aplaudieron, algunos haciendo el tonto. –Sentaos por favor en uno de los asientos. Ahora pasaré lista, luego hablaremos un poco de la programación del curso para explicarle a las dos alumnas nuevas y listo. Os dejaré el tiempo que sobre para poder conversar o hacer lo que queráis.



Narra Harriet.

Desperté cinco minutos antes de que mi alarma sonase. Ayer, la “cita” o lo que quiera que hubiese sido eso con Niall había estado genial. Paseamos hasta Oxford Circus, donde entramos en la M&M’s World. Niall me compró un peluche del logo de M&M, según él para que lo perdonase por llegar tarde. Amablemente me pagó el viaje de vuelta a casa en taxi, también como perdón por su retraso.

Después de ducharme me vestí con un sencillo vestido azul marino de manga larga, con escote en “V”, ajustado en el pecho, que caía en vuelo hasta la parte alta de mis muslos. Calcé mis Vans marrones, cogí mi bandolera de cuero con todos los papeles de la beca junto la tarjeta del metro y salí de casa.

Unas cuantas paradas de metro después, y cinco minutos caminando, ya estaba delante de la Tech Music School. Al entrar en el hall, me acerqué hacia el chico de unos veintisiete años sentado detrás del mostrados, organizando unos papeles. Levantó la vista cuando la puerta se cerró del todo para dedicarme una sincera sonrisa. 

-Bienvenida a la Tech Music School. ¿En qué puedo ayudarla?

-Me llamo Harriet Mallette, vengo desde Ottawa, Canadá, con una beca. –Susurré. A veces odiaba mucho mi timidez. Dejé los papeles de la beca junto a la mesa, al lado de todo el montón de folios junto al ordenador.

-Perfecto. Bueno, mientras hago todo el papeleo, puedes sentarte allí, junto a aquella chica. –Con la cabeza señaló a una chica rubia, de ojos azules, más o menos de mi edad, que nos miraba atentamente. Me acerqué junto a ella, un metro más alejada de ella aproximadamente, fingiendo estar entretenida con mi móvil.

-Desde Ottawa, entonces. –Dijo mi compañera de asiento.

-Sí. –Sonreí tímida.

-Me llamo Alexandra, pero puedes llamarme Lexie o Alex. –Me dedicó una sincera sonrisa, mientras extendía su mano como saludo. –Vengo desde Dallas, Texas.

 -Encantada Alex, yo soy Harriet. –Movió la cabeza en señal de afirmación, sin eliminar esa sonrisa de la cara. 

-¿Qué cursos vas a hacer?

-Vocales, piano y composición, ¿tú?

-Vocales, composición y guitarra. Espero que coincidamos en las mismas clases. Así conoceré a alguien de aquí de la academia.

-¿Conoces a alguien aquí en Londres?

-Sí, ya hice un par de amigas aquí, mi compañera de piso y… -Pareció meditar unos segundos lo que iba a decir. -…unos amigos que hicimos en una fiesta. ¿Y tú?

-Em… -¿Conoces a Niall Horan, de One Direction? ¡Pues me he estado viendo con él estas tardes! No Harriet, mal. –No.

-No pareces muy segura. –Rio. Me tensé un poco, ¿y si descubre que conozco a Niall Horan, y es directioner, y me pide que se lo presente? Niall pensaría que solo me interesa su fama. Entonces adiós Niall, y hola soledad. –Es broma tonta, nos acabamos de conocer, no te voy a pedir que me cuentes toda tu vida. –Dijo en un intento de calmarme. –Si te apetece, un día de estos te presento a mis amigas, así ya no estarás tan sola.

-Me encantaría. –Sonreí. -¿Y cuántos años tienes?

-Diecinueve. ¿Tú?

-Dieciocho. –Suspiré. –Vaya, siempre me toca ser la pequeña. –De mi grupo de amigas, siempre era la más pequeña. Al nacer en diciembre, es lo que tocaba.

-Señoritas, el papeleo está listo. –Dijo divertido el chico desde detrás del mostrador. Nos levantamos de nuestros asientos para dirigirnos hacia el chico. –En quince minutos empieza la clase de canto, en la cual coincidís las dos. Dirigíos al estudio 106, allí os estará esperando la profesora Melinda. –Nos sonrió. –Cualquier problema, venid aquí. Me llamo Mike.

-Encantada Mike. –Dijimos Alex y yo al unísono. Reímos por la coincidencia y empezamos a 
investigar los largos pasillos con fotos colgadas en ellos. Vi una foto en la que salían Olly Murs junto a un grupo de alumnos. Fangirleé un poco, ya que a Olly siempre lo llevaría en mi corazón.

“Estudio 106”. La puerta estaba abierta, dejando ver un pequeño escenario con sillas alrededor de este. Como el típico salón de actos del instituto.

-¡Bienvenidas! –Nos sorprendió la voz de una mujer joven desde una esquina del escenario. –¿Sois alumnas?

-Me llamo Alex Fernández. Y ella es Harriet. –Habló Alex por mí, al ver que yo no abría la boca. –Nos inscribimos en clases vocales. Mike, el recepcionista, nos dijo que viniéramos aquí.

-¡Perfecto! Más alumnos. –Dijo eufórica. –Yo soy Melinda, pero podéis llamarme Mel. Subid aquí, por favor. –Nos indicó señalando el pequeño escenario. –Chicas, estes serán vuestros futuros compañeros. –Nos indicó señalando al pequeño grupo de unas cinco personas allí. Estas aplaudieron, algunos haciendo el tonto. –Sentaos por favor en uno de los asientos. Ahora pasaré lista, luego hablaremos un poco de la programación del curso para explicarle a las dos alumnas nuevas y listo. Os dejaré el tiempo que sobre para poder conversar o hacer lo que queráis.

-Perdona, Mel. –Interrumpió Alex. –Nosotras, los horarios, ¿dónde los miramos?

-En el hall, donde está Mike, hay un tablero. Allí están los horarios de todas las clases que hay. Vosotras tenéis que mirar las clases de Grado 1.

-Gracias. –Finalizó Alex.

-Bueno, ahora pasaré lista. Holly Anniston, Ariana Devlin, Alexandra Fernández, Harriet Mallette, Luke Phillips, Mark Vent y Thomas Wyle. –A cada persona que decía, cada uno emitía un “presente” o un “sí”. Me fijé en cada uno. Holly, pelo ligeramente azulado, que caía en ondas hasta sus hombros, ojos celestes y labios rosados, y Ariana, pelo castaño, que caía liso hasta sus hombros, ojos azules y labios finos curvados en una pequeña sonrisa, parecían de nuestra edad. En cambio, Luke, pelo corto rubio peinado en punta, ojos marrones y robusto, Mark, parecido a Luke solo que su pelo cambiaba la tonalidad a una más oscura y sus ojos son de color negro como la noche, y Thomas, pelo liso, con el mismo peinado que Liam Payne lucía en The X Factor, y ojos marrones verdosos, aparentaban unos años más que nosotras.

Melinda comenzó a explicarnos sobre qué haríamos en la Tech Music School. A parte de preparar nuestras voces, conseguir tonalidades mejores y resultados mejorados, participaríamos todo el grupo en una actuación junto a las demás clases “mostrando” nuestro talento. A parte de enseñar nuestras voces y talentos, también podríamos obtener un trabajo, ya que algunos productores de música e incluso cantantes famosos estarían en el acto.

-Bueno chicos, queda una media hora para la siguiente clase. Os la dejo libre. Os recomendaría ir al hall a mirar vuestros horarios, chicas. –Nos aconsejó Mel a mí y a Alex. –Ariana, Holly, ¿acompañaríais al hall a las chicas, por favor?

-Claro Mel. –Contestó con una sonrisa Ariana. Recogimos nuestras respectivas pertenencias para recorrer los pasillos de la Tech.

-¿De dónde venís? –Nos preguntó Holly.

-Yo desde Dallas, Texas.

-Y yo desde Ottawa, Canadá.

-Vaya, eso sí que es lejos. Yo desde Cambridge, y Holly desde Oxford. ¿Cuántos años tenéis? –Preguntó Ariana esta vez. –Perdón por el interrogatorio, pero es que necesitamos conoceros. –Reímos.

-Yo dieciocho. –Contesté primera.

-Y yo diecinueve. ¿Vosotras, chicas?

-Diecisiete las dos.

-Mira Harriet, ya no eres la más pequeña.

-¡Aleluya!



Narra Nicole.

Me desperté más temprano de lo habitual. ¿Razón? Ni idea. Era raro en mí, ya que era una amante del dormir. Como Alex y Abie aún no estaban levantadas, decidí entretenerme preparando el desayuno para todas. Cogí unos seis cruasanes, repartí en tres platos dos para cada una y preparé una taza de café para mí. Comencé a escuchar ruidos en la planta de arriba, por lo que decidí preparar otro café para mi compañera de piso. Minutos después, una adormilada Alex apareció por la puerta de la cocina.

-¿Para mí? –Preguntó mirando con duda los cruasanes y el café.

-Sí. ¿Ves que buena soy a veces? –Empecé a pestañear rápido, poniendo mi mejor cara de niña inocente.

-¿Quieres algo a cambio o solo es una muestra de cariño mañanera? –Preguntó de nuevo riendo.

-Nada de eso, es que no daba dormido, y como me aburría te preparé el desayuno. –Admití.

-¿Tengo que darte las gracias? –Soltó una carcajada mientras empezaba a comer el cruasán.

-Claro.

-Ah, pues entonces gracias. –Dijo seca, pero a los diez segundos empezamos a reír.

Después de recoger todo, mientras Alex se ponía el abrigo y se despedía de mí con la mano, y de Abie, la cual bajaba por las escaleras con una pinta de zombie que no podía con ella, me dirigí a mi habitación para empezar a vestirme.

-Buenos días dormilona. Tu desayuno te espera en la cocina. –Le dije a Abie cuando me crucé con ella por las escaleras después de darle un pequeño beso en la mejilla.

-Gracias.

Al entrar en mi cuarto, recoger todo un poco, hacer la cama y cepillarme el pelo, me vestí con una sudadera blanca con el escudo de mi equipo de fútbol de Milán en el centro, unos leggins negros y mis converse blancas ya gastadas. Cogí mi móvil y bajé de nuevo a la cocina.

-¿Y esa pinta de zombie que tienes tú hoy? –Le pregunté a Abie suprimiendo una risa.

-¡Anda! Si la otra se ha levantado graciosilla.

-Tonta, sabes que es broma. Si te das prisa, me acompañas a hacer los recados todos. Tenemos que hacer la compra y hacer una larga parada en Oxford Street. Necesito una larga sesión de compras antes de que empiece en la academia. –Alargué la “a” de “larga” mientras hacía muecas con mi cara.

-Lo siento Nicole, tengo que ir al mercado de Covent Garden. Los chicos me han dicho que hay un están donde se venden Polaroids originales, y hay muchísimos puestos de cuadros y vinilos. [Dato real].

-Lo sé, lo sé. En Milán tengo una de esas, me la regaló mi tía en una de sus visitas a Milán.

-¿Familia en Londres?

-Sí, Carlotta Espoletto. De ahí viene el nombre de mi hermana. En mi familia, esto de heredar nombres está muy de moda.

-Bueno, pues perdón por dejarte sola, pero ya sabes, mi deber me llama. –Asentí, mientras depositaba un beso en la mejilla de mi compañera para después salir de casa.

***
 
-¿Eleanor? –Pregunté por teléfono mientras bajaba de mi taxi, ya en Oxford Street.

-Eleanor al habla. ¿Quién?

-Soy Nicole… La… La novia de Louis… -Tartamudeé. ¿Y si no quería?

-¡Oh, Nicole! ¿Qué tal?

-Bien, bien. Bueno… Me preguntaba si te gustarían dos horas intensivas de compras por Oxford 
Street.

-¿Cómo voy a negar eso? –Soltó una risita. –Me encantaría. ¿Quedamos en el Starbucks al lado de la estación de Oxford Circus en veinte minutos?

-Aquí te espero, Eleanor.

-Llámame Els, Nicole.

-Pues, aquí te espero, Els. –Y colgué riendo.

***

-Oh Dios, mira esto. –Mi castaña amiga elevó una percha con un top de New Look blanco con pequeñas calaveras como estampado. –Te quedaría genial.

-¡Esta camiseta la tienes tú! Tuve una foto tuya y Lou de fondo de pantalla en la que salías con esta camiseta. –Señalé una camiseta de color camuflaje, con pequeñas tachuelas por los hombros.

-Sip. –Alargó la “p” del final, mientras me miraba sonriendo.-No me extraña que Louis se enamorase de ti. Eres un cielo.

-Muchas gracias Els, tú también eres una chica maravillosa. –Me sonrió, gesto que le correspondí.

***

Tras otra hora de compras por Oxford Streer, Eleanor me dejó delante de mi casa, ya que ella había venido en su coche. Le di las gracias de nuevo y, después de prometer que volveríamos a tener otra salida como esta, entré en casa.

-¡He vuelto! ¿Abie? Adivina con quién he estado. –Hablaba en voz alta, mientras dejaba las bolsas en el salón y me quitaba el abrigo. -¿Abigail Dawson? Oye, que te puedo llamar en italiano si te apetece. ¿Abigail señorita de Liam Pay… -Me callé al entrar en la cocina, al ver a tres cabelleras allí sentadas, mirándome con una sonrisa.

-Zanahoria mía. –Dijo mi novio antes de besar mis labios. -¿Con quién has estado? No soy adivino. –Sonrió.

-¿Cómo habéis entrado? –Le lancé una mirada rápida a Niall, Zayn y Louis, tratando de parecer indignada.

-Llave que se olvidó Alex en casa de Larry Stylinson. –Explicó Zayn, agitando un manojo de llaves con una gran “A” con brillantitos como llavero.

-Os puedo denunciar por allanamiento de morada. –Traté de parecer seria, pero enseguida empezamos a reír.

-Y dime, ¿con quién has estado? –Preguntó de nuevo Louis, volviéndose un poco más serio.

-Uh, Tomlinson está celoso. –Niall trató de poner voz aguda, pero lo único que consiguió fue un golpe en el hombro por parte de Louis.

-Pues… Tan, tan, tan, chán. Con la mismísima Eleanor Jane Calder. –Por la cara de Louis, Zayn, Niall y yo empezamos a reír descontroladamente. –Jesús, ni que hubiera estado con el mismísimo demonio.

-No, no, no. –Se excusó Louis rápidamente. –Es que mi exnovia y mi novia juntas, eso da… miedo. –Niall y Zayn rieron más fuerte, y yo deposité un rápido beso en sus labios.

-Tranquilo, no hablamos mucho de ti. Pero te aviso de que quedaremos muy pronto, y tú estás invitado. Las dos sabemos que te apasionan las compras.

-¿Habéis estado de compras mientras yo me encargaba de despertar a la marmota llamada Zayn Malik? Que parece un oso hibernando, no se levanta ni gritándole al oído. –Protestó él.

-¿Y Leeyum y Harold? –Pregunté riendo aún.

-Leeyum y Harold en una entrevista con la BBC. –Aclaró Niall. –Nosotros nos tomamos el día libre.

-¿Y Olive? ¿Ya está en la audición?



Narra Olive.

Las 7:00 a.m.. Me levanté de un salto de la cama, para luego entrar en el baño, darme una ducha, vestirme y recogerme el pelo en un moño algo deshecho.  Cogí la ropa de ballet junto a mis zapatillas de punta, las metí en la bolsa rápidamente y me dirigí a la habitación de Nialler. Tal y como me imaginaba, seguía durmiendo.

-It’s time to get up, in the morning. You must drive to Covent Garden with me, just with me. You’ll drive 1 mile just to go with me. So you better get up, little leprechaun. –Cantaba en susurrus, cerca de su oreja, versionando la canción “Time To Get Up”, que le cantaran Liam, Louis y Niall en la época de The X Factor, para despertar a Zayn y Harry. –SO WE GOTTA GET UP NIALLER! –Empecé a saltar encima de su cama, mientras seguía cantando y haciendo el tonto, hasta que tiró de mi tobillo y caí a su lado en la cama.

-Tranquila fiera, ya me he despertado. –Dijo aún con los ojos cerrados, riendo. –Creo que hice mal en enseñarte aquel vídeo.

-Bueno, pues tú decides. O te canto Time To Get Up o te tiro agua encima.

-Elijo la idea de poner despertador.

-Mejor. –Besé su mejilla, y después de levantarme de un salto de la cama, retiré las sábanas de su cama, dejando a la vista un Niall en bóxers con una camiseta blanca como pijama. –Pensé que el que dormía en calzoncillos era Harold.

-Yo llevo camiseta. –Se excusó.

-Mejor. –Repetí. –Si no tendré la tentación de violarte. ¡Uh, no! ¡Que tú ya eres propiedad de Harriet! –Me lanzó una mirada asesina, para luego sacarme la lengua como un niño pequeño. –Madura, Horan.

-Nunca, duendecilla pelirroja.

-Vístete pronto, prometiste llevarme a la Royal Academy, y tengo que estar allí a las nueve menos cuarto. Son las ocho. ¡Rápido Niall James Horan Gallagher!

***

-Relájate Olive, todo saldrá genial. Harás las pruebas perfectamente, ya verás. No he visto a nadie bailar mejor que tú ballet.

-Nialler, tú nunca has ido a una actuación del Lago de Los Cisnes, ¿no?

-Um… No. –Suspiré.

-Deséame suerte.

-Rómpete una pierna. –Y cerré la puerta.

Al entrar en el hall, un largo pasillo se extendía delante de mí, con fotografías a los lados de 
bailarines famosos que pasaron por la escuela. A mi izquierda, se encontraba una pequeña tienda de regalos temáticos de la academia.

-Bienvenida, señorita. ¿Usted es Olive Louise O’Connor?

-Sí, vengo por las –Me interrumpió.

-Las audiciones. Sí. La esperábamos, solo falta usted y una chica más. Por favor, entre por esa puerta, y a su derecha verá cinco salas, la última será donde se audicionen, en la primera y la segunda son los vestuarios y en la cuarta podrá calentar. Mucha suerte. –La chica, más o menos de unos 25 años, me abrió una puerta a la derecha del mostrador.

Al acabar de cambiar mis pantalones vaqueros por las mallas y mis converse por las zapatillas de puntas, me dirigí a la zona de calentamiento. Entrar allí me sorprendió mucho, la verdad. Unas cincuenta chicas, notablemente más preparadas que yo, ensayaban pasos complicados junto una barra de madera, al lado del espejo. ¿Y pensabas, Olive, que tenías posibilidades? Ni en sueños, monada.

Cuarenta minutos después, quedábamos aún veinticinco chicas en la sala. Alguna de las que ya entraban, salían llorando, o con la cabeza baja, o simplemente serias. Solo dos o tres salían con una sonrisa en la cara. ¿Pero si no daban los resultados hasta dentro de dos días, qué tan contentas salen?

-Olive Louise O’Connor. –Llamó una de las profesoras de la Royal.

Entré en la sala detrás de la profesora. Una sala enorme, con el suelo de parqué y una mesa en una de las esquinas, en la que se encontraban dos profesores y tres profesoras de la Royal. Según rumores, uno de los dos profesores era el más duro y el que ponía las cualificaciones más bajas.

Allá vamos Olive. Ánimo. 







PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN.
Lo siento por tardar tanto en subir :C Casi no toqué el ordenador estos días, y no tuve tiempo de continuar el capítulo. :S También lo siento porque este capítulo sea tan mierda, ya que no pasa nada interesante, pero prometo que vendrán cosas con más drama en breve JAJAJAJA 
Perdón, de nuevo, por hacer este capítulo en dos partes. La siguiente parte la subiré cuanto antes, pero prometo que antes del domingo estará terminada :3

Os quiero muchísimo a todas, gracias por leer mi fanfic, sin vosotras no continuaría más de 3 capítulos :")

P.D.: Sarai, mi testamento en el epílogo de HWGA estará cuanto antes, ¡perdón por el retraso! Jajaja

Love ya, Lex. xx

jueves, 23 de mayo de 2013

24/05/2013

Perdón, perdón. Algunas me vais a matar cuando os diga que probablemente no suba en una semana y algo. Peeero, tengo mis razones.
Esta entrada la estoy escribiendo desde el móvil en la fila para el concierto del 24 en Madrid JAJAJAJAJA Y bueno, que esto ya me quita dos días para escribir algo con sentido xD Luego que este fin de semana estaré en la Warner con unas amigas (saludos de ellas, que están ahora mismito conmigo aquí preparándose para dormir) y que la semana siguiente tengo 6 exámenes y tengo que estudiarlos, por lo que no podré subir en tiempo indefinido xD
De nuevo os vuelvo a pedir perdón, pero prometo compensaros con dos capítulos seguidos o por lo menos no con tanta diferencia de tiempo.
Y ahora otra cosa.
¡QUE ESTÁN AQUÍ EN ESPAÑA Y MIS FEELS ESTÁN MUY REVOLUCIONADOS Y QUE ESO, QUE VOY A VER A NUESTROS CHICOS, LOS QUE NOS INSPIRAN PARA NUESTRAS FANFICS Y TAL! Bueno, ahora que ya me he desahogado quiero decirles a todas las que no tienen entrada que no se desanimen, que seguro que para el próximo tour consiguen entrada! No pierdan la fe chicas :))

Muuuuuuchos besacos lectoras/directioners/people del mundo! Un saludo de mis dos acompañantes: Nicole (sí, la novia de Lou JAJAJAJAJA) y Ariana, mi hermana pequeña JAJAJAJAJA Y no, no nos llevamos mal ;D

Love you all <3

viernes, 17 de mayo de 2013

Capítulo 18





Narra Alex.
Ya pasaran dos días desde esa tarde con Harry. Desde aquel día, Abigail no había salido de su cuarto, excepto para comer y cenar, y no nos dirigía la palabra en todo ese tiempo. Intentamos averiguar qué le pasaba, pero se mostraba reacia. Liam vino muchas veces para hablar con esta, pero ni él pudo hacer que la chica entrara en razón.

Habíamos conocido a Olive, la mejor amiga de Nialler. Era muy maja, algo borde con Zayn, pero maja. Me acuerdo que cuando la vi por primera vez estaba corriendo hacia Louis y Harry a abrazarlos, y por las caras que pusimos Nicole y yo, los chicos se rieron de nosotras durante estos dos días. Olive no pudo conocer a Abie, la muy cabezota seguía sin salir de su habitación.

Ayer los chicos estuvieron preparando la fiesta de cumpleaños de Liam y Niall, que decidimos celebrar los cumpleaños juntos por la falta de tiempo.

-¿Hoy vienen los chicos? –Le pregunté a Nicole, la cual estaba en el sofá tumbada muy entretenida con el móvil, supongo que hablando con Louis.

-Nop, Lou me dijo que hoy estaban con los papeleos de la gira y en unas entrevistas. Pero me dijo que a la tarde a lo mejor venía.

-Ah, vale. –En ese momento alguien timbró.

-Voy yo. –Dije con cara dudosa, ya que los chicos no podrían ser.

-¡Hola! –Una alegre Olive me esperaba al otro lado de la puerta.

-¡Olive! –Le abracé, para luego indicarle que pasara.

-Perdón por esta inesperada visita, es que Nialler no estaba en casa y me aburría allí sola. –Se encogió de hombros, poniendo cara de cachorrito.

-No pasa nada tonta, nuestra casa es tu casa, ahora eres una más del clan. –Soltamos una pequeña carcajada, para luego tirarnos en el sofá, y cuchichear en la conversación de Louis y Nicole.

-“Te extraño mucho amor”. –Olive puso voz aguda, alargando la “o” de “amor”, intentando imitar a Louis. –Oh por Dios, para esto tener novio, para decirse cursiladas hasta provocar el vómito. 

–Empecé a reírme descontroladamente mientras Nicole le dedicaba una mirada amenazadora a Oly. 

–Eh, fiera, relaja, que solo es broma. –Le decía Olive a Nicole levantando las manos, intentando contener la risa.

-No os burléis de mí. –Dijo Nicole con voz de niña pequeña, mientras nos sacaba la lengua.

-Y Olive, ¿tú no tienes novio?-Pregunté. –Eres una chica muy guapa, me extraña que no tengas a nadie a tus pies. –Reímos.

-Pues no, paso. –Soltó una tímida risa. –No me gusta atarme a nadie. Digamos que también cuenta que tuve malas experiencias en un pasado.

-¿Qué te pasó? –Preguntó Nicole, demasiado curiosa.

-¡Nicole! No seas grosera. Olive, cuando nos lo quieras contar, si es que quieres, aquí nos tienes. 
–Miré a Nick para reprocharle su falta de respeto, y esta solo me propinó un golpe en el hombro, mientras reía.

-Si no pasa nada, idiotas. –Nos dijo Olive, para calmar la cosa. –Lo que pasa es que me topé con un imbécil, que sólo quería sexo. Es eso.



Narra Nicole.

Invitamos a comer a Olive, y después de insistir un poco, esta aceptó a regañadientes, ya que no quería molestar, pero como le dijimos antes, no molesta.

Justo cuando empezábamos a comer, una furibunda Abie apareció en escena bajando las escaleras. Vestía un pijama que trataba de unos simples leggins hasta las rodillas negros con una camiseta floja a cuadros, acompañado de sus pantuflas de pantera.

-¡Hombre, Abigail! Por fin te podremos presentar a Olive. –Dijo Alex riendo.

-Hola, encantada, me llamo Olive.

-Em… Chicas, no me dijisteis que teníamos visita. –Dijo ella avergonzada, por su atuendo.

-Aunque fuéramos a avisarte, ni te dignarías a hablarnos. –Le reproché. Era la que menos soportaba el comportamiento de Abie. Era insoportable verla así, ya que me ponía de los nervios no poder hablar con ella y e intentar solucionar sus problemas, o aconsejarla.

-Lo siento... –Agachó la cabeza, mostrando arrepentimiento. Se colocó un poco el pelo, para luego acercarse a Olive con un intento pésimo de sonrisa. –Yo me llamo Abigail, pero prefiero Abie.

-Es la mejor amiga de Niall. –Explicó Alex, al ver la cara de confusión de Abie. Esta asintió. –Nos disponíamos a comer ahora, ¿te apuntas? –Volvió a asentir, para luego coger los cubiertos y otro plato y acomodarse en la mesa, junto a nosotras.

-¿Nos vas a contar qué narices te pasa? –Pregunté directa y secamente, nada más sentarnos a comer.

-Chicas, no creo que quiera contarlo delante de mí, que me acaba de conocer. –Interrumpió Olive.

-No, da igual, creo que eres alguien de confianza y bueno… Les debo una explicación de mi comportamiento a ellas. –Nos dedicó una mirada a Alex y a mí, para luego coger aire y empezar a contar su relato. –Veréis… El día que nuestras familias se fueron… Liam me llevó a la playa. –Alex y yo emitimos un “Aw” sonoro, mientras que Olive bufaba, por su extraño odio al amor. Empezamos a reírnos por esto, pero al ver la cara de pocos amigos con la que Abie nos miró, cortamos nuestras risas al momento. –Pasamos una tarde estupenda, conocí a dos chicas que eran directioners y luego… Luego Liam me preguntó… -Se le quebró la voz antes de decirlo. Alex rápidamente se levantó para envolver con sus brazos el cuerpo de Abie, la cual se encontraba con la mirada baja, reprimiendo las ganas de llorar. –Cuestionó mi amor hacia él. –Dijo con un hilo de voz. –Me preguntó si lo quería solo por la fama. –Y no aguantó más y empezó a llorar, mientras Alex y yo le acariciábamos la espalda.

-No llores por un tío. Es estúpido. Es un acto estúpido. –Dijo Olive, rompiendo el silencio. –Quedas como una mierda a su lado. Es decir, tú sufres por él, por sus actos. Pero mantente con la cabeza bien alta. Si cuestiona tu amor, tal vez no se lo merezca. Tal vez no se merezca ser amado por ti. –Miraba fijamente los ojos de Abie, la cual se encontraba mirándola atentamente. –Me extraña eso de Liam, pero no llores por  él. Niall me dijo que estos días estaba raro, y muy borde, pero que no quería hablarlo con nadie. Habla con él, soluciónalo. Y no os acostumbréis a las palabras que diga a continuación, eh. Sabéis que soy una anti-enamorados. –Reímos. –Arregla las cosas con él y volved a ser la misma pareja cursi de antes. –Abie sonrió finalmente, mientras se levantaba y se acercaba a Olive para abrazarla.

-¿Por qué eres una anti-enamorados? –Preguntó Abie una vez en su sitio.

-Digamos que tuve malas experiencias en el amor, y que no me gusta estar atada a nadie.

Al acabar de comer y de recoger todo, nos sentamos en el sofá, buscando alguna película que pudiese servir, mientras charlábamos y Olive nos contaba un poco su vida.

-Y Oly, ¿has venido a Londres a vivir con Niall por algo o solo por estar con él? –preguntó Alex.

-Bueno, tanto por una cosa como por otra. Dentro de una semana haré una prueba para entrar en la Royal Academy Of Dance.

-Vaya. –Todas nos sorprendimos. –No das esa imagen de bailarina. –Dije, y todas reímos.

-Lo sé, todos me lo dicen. Solo lo saben Niall y mi familia.

-¿Y eso? ¿No quieres que nadie más lo sepa? –Pregunté.

-No, no es eso, solo que nadie me lo pregunta y bueno, soy una chica reservada.

Abie soltó un pequeño gritito, señalando a la televisión, y cuando nos dimos cuenta de lo que era, tanto Alex como yo nos abalanzamos a Abie para que subiera el volumen.

-¿No te gusta esta película? –Le pregunté  a Olive.

-Sí, mucho, solo que ya la vi un millón tropecientas mil veces. –Reímos. –Pero aún así me encanta ver Los Juegos Del Hambre. –Asentí y se tumbó en el suelo junto a nosotras, cerca de la tele, babeando por Peeta Mellark, nuestro panadero favorito.


Narra Harry.

Acabamos la entrevista media hora antes de lo previsto, por lo que decidimos ir a casa de las chicas a darles una sorpresa. Fuimos Louis, Liam, yo, Niall y Zayn, el cual se apuntó al saber que Olive  estaba allí, con la excusa de que le gustaba picarla.

Al llegar, escuchamos gritos de las chicas dentro. Niall, con una mueca de duda, apretó el timbre. Un “está abierto” nos permitió el paso, viendo así a Lex, Nicole, Abie y Olive chillando enfrente de la tele y creo que la escena en la que Peeta y Katniss se besaban, escena de la película que Lex me obligó a ver con ella ayer, en mi casa, ya que según ella era un delito no haber leído ni visto Los Juegos Del Hambre. Abie, al vernos entrar, subió corriendo las escaleras, para luego encerrarse en su habitación.

-Peeta, ¡guapo! –Gritaba Nicole emocionada a la televisión, ignorando el acto de Abie.

-A Peeta no le negaría mi amor. Haría una excepción con él. –Las chicas callaron al escuchar las palabras serias de Olive, mientras la miraban con cara de asombro, para luego volver a chillar y saltar alrededor de Olive, la cual se reía a carcajadas.

-¡Peeta, ella te daría tu amor! –Lex no podía parar de reír.

Miré a los chicos. Liam ya no estaba con nosotros, debía de haber subido a ver cómo estaba Abigail. Niall se reía de las cosas que las chicas hacían, ajenas a nuestra presencia. Zayn las miraba con una sonrisa, al igual que Louis, y yo… Mirando a mi chica. Tan loca como siempre.

-¡Ah! –Chilló Lex al vernos. –Dios, qué susto.

-¡Pero si acabamos de timbrar, y nos disteis permiso! –Dijo Niall riendo.

-Ya, pero es que la emoción del momento nos distrajo. –Las chicas rieron de nuevo, para luego volverse a la televisión a retomar la película.

-Ya veo ya, me reemplazas por Peeta Mellark. –Louis se hizo el ofendido, tocando el hombro de Nicole.

-¡No, tontito zanahorio! –Nicole empezó a darle besos por toda la cara, mientras Olive hacía muecas de que vomitaba.

-¿A mí no me das besitos? –Pedí a Lex, la cual se reía por las muecas de Olive.

-¿Yo a ti? No, que luego pasa lo que pasa. –Niall y Zayn se empezaron a reír, ya que les había contado el “incidente” de hace dos días, cuando me puse… Contento.

-Uh Harold, cómo te putea la chica. –Niall me dio unos codazos, reprimiendo una carcajada. 





Narra Abigail.

Al verlos allí, mejor dicho, al verle allí, subí corriendo a mi cuarto, para tratar de evitar hablar con él. No quería hacerlo. Sentí a Liam corriendo detrás de mí, y justo cuando iba a cerrar la puerta de mi habitación, él puso un pie evitando así que la cerrase.

-Abigail, por favor, hablemos. –Me pidió, mirándome a los ojos, mientras entraba en mi cuarto y lentamente cerraba la puerta. –He sido un idiota, por favor, perdóname. –Me miraba a los ojos directamente, mirada que no podía aguantar, y bajé mi mirada a mis pies, los cuales se movían nerviosos. –Es que esa pregunta… No sé, sabía perfectamente la respuesta pero… Era como un temor para mí.

-Pero Liam, me has demostrado que no confías en mi amor hacia ti, es decir, que no crees en él.

-¡Lo sé, y lo siento! Pero es que ya me han hecho eso una vez, antes de estar con Danielle, y me dolió, y mucho.

-Bueno, ahora no me apetece hablar de esto. Por favor, dejémoslo para otro día.

-¡Pero alguna vez lo tendremos que hablar, ¿no?! –Preguntó desesperado.

-Liam, ahora no. No me apetece hablar contigo en estos momentos. Te prometo que lo arreglaremos, pero ahora… Ahora no. –Le di un beso en la mejilla, para luego salir de la habitación bajo su atenta mirada y bajar al salón, donde estaban los demás charlando.



Narra Niall.

Abie y Liam bajaron callados. Desde el día que los padres de las chicas se fueron, Liam actuaba muy borde, y no había quién lo soportara. Abie se sentó junto a las chicas, mientras que Liam se apoyó a un lado del  sofá donde estábamos nosotros.

Mi móvil vibró, señalando la llegada de un nuevo mensaje.

¿Esto es lo que se le llama dar calabazas? Harriet xx

-¡Mierda! –Exclamé en voz alta. Me había olvidado completamente de que hoy había quedado con Harriet hacía media hora en el Starbucks de hace dos días. Ayer no habíamos podido quedar, ya que ella tenía que solucionar algunos papeles de la beca.

-¿Qué pasó? –Preguntó Olive. Pasé de contestar y cogí mi abrigo y mis cosas corriendo, para luego despedirme de las chicas con un rápido beso en la mejilla y de los chicos con un simple gesto. -¡Ya sé! Harriet... -Escuché a Olive antes de cerrar la puerta.

Espero que Harriet no se haya enfadado mucho…


Narra Harriet.

Recogí un poco mi habitación, cogí mi abrigo, mi móvil y la cartera y salí del apartamento que alquilaran mis padres para mí.

Cogí el metro hasta Piccadilly Circus. Salí con mucha dificultad de allí, ya que con la de gente que había saliendo de sus trabajos y demás, allí no cabía ni un alfiler.

A las 6:30p.m. en el Starbucks de ayer :) Niall xx”. Revisé ese mensaje mil veces. ¿Me habría equivocado? Ya eran las siete menos diez y no había ni rastro de Niall.

Dolida, decidí mandarle un mensaje. “¿Esto es lo que se le llama dar calabazas? Harriet xx”. No contestó. Pedí otro café late, el cual me trajeron enseguida. Pero Harriet, ¿qué te creías? ¿Qué Niall Horan tenía algún interés por ti? ¿Y aunque no tuviese ninguna intención contigo más allá de la amistad, para qué querría tenerte como amiga? No eres nada del otro mundo. Eres otra fan afortunada de conocerlo y quedar con él una vez, y listo. Se acabó.

Dolía reconocerlo, pero Niall Horan me había dejado plantada. Las siete en punto y no aparecía. Recogí mi bolso y mis cosas y salí del establecimiento, poniendo rumbo de nuevo al metro.

-¡Harriet! –Escuché a alguien gritar mi nombre. Me di la vuelta, pero entre tanta gente no daba reconocido a nadie. -¡Harriet, por favor, espera! –Y allí lo vi, corriendo hacia mí, y como si no hubiese nadie a mi alrededor.

-¿Estás loco? Te podría reconocer alguien. –Pregunté una vez estuvo a mi altura.

-Perdóname. –Ignoró mi pregunta. –Me olvidé completamente de nuestra cita. Perdón por llegar tarde. –Me abrazó, dejándome en shock durante unos instantes.

-Está bien. –Dije sin importancia. –Por un momento pensé que me dieran calabazas. –Añadí, riendo.


Narra Zayn.

-¿Qué pasó? –Preguntó Olive a Niall mientras este recogía apurado sus cosas e iba dirección a la puerta. -¡Ya sé! Harriet… -Se empezó a reír descontroladamente, dejándonos a nosotros desconcertados.

-¿Harriet? –Preguntó Louis.

-Sí, Harriet. Pero es una cosa que os debe contar él. Yo no soy quién de contarlo. –Se excusó.

-¡Será…! No nos dijo nada. –Se quejó Harry.

-¿Pero están saliendo esa chica y él? –Pregunté con la duda.

-No. Que yo sepa, claro. –Rió.

-Nialler está enamorado. Que mono. –Dijo Nicole sonriendo. La miramos desconcertados, menos 
Abie, que parecía entender. -¿Qué? Aunque os conozca, sigo siendo directioner, y como directioner, me alegro de que Niall haya encontrado a alguien. –Abie asintió, como dándole la razón.

-Enserio, nunca lograré entender a las directioners. Chicos, vuestras fans son raras. –Dijo Olive.

-Nuestras fans son las mejores. –Dije yo.

-Y fue hablar el malote. –Susurró.

-No empecemos, Olivia. –La piqué más.

-¡Que no me llamo Olivia, retrasado mental! –Se quejó, elevando la voz.

-Uh. –Dijo Louis, poniendo voz aguda, creando las risas de los demás.

-Dejemos el tema, por favor. –Propuso Alex, con voz calmada.

-Sí, será mejor. –Suspiró Olive.

-Y chicas, ¿cuándo empezáis el curso o lo que sea que hacéis? –Pregunté riendo.

-Yo mañana empiezo ya en la academia. Pero entro a las 11, antes tengo que comprar unas cosas que no me apetecía comprar hoy. –Reímos. –Por lo que mañana a las ocho tengo que estar ya despierta. 
–Dijo Alex.

-Yo empiezo con los cursos de fotografía el martes. Aún tengo un día de descanso. ¡Yuhu! –Continuó 
Nicole. Miramos a Abie para que continuase ella.

-Yo empiezo el martes, pero mañana tengo que comprar unas cosillas, también.

-¿Y tú, Olive? –Preguntó Louis.

-En una semana tengo unas audiciones para la Royal Academy.

-Wow. –Exclamamos Liam, Harry, Louis y yo.

-Sí, ya sé. No soy la típica bailarina de ballet, pero ya veis. –Sse encogió de hombros, para quitarle importancia.

-Eh… Chicos, no quiero ser un aguafiestas, pero son las ocho, y estas señoritas tienen tareas mañana, por lo que deberían cenar e irse a la cama. –interrumpió Liam.

-Tienes razón papá. –Dijeron Alex y Nicole a la vez.

-Cállense tontas. –Protestó Liam riendo.

-Bueno, él tiene razón. Hasta mañana chicas. –Me despedí de Alex, Nicole y Abie con un beso. -¿Te 
llevo? –Susurré en el oído de Olive.

-Ni en sueños, monada. 



Hoooooooooooolas! Wuhu, capítulo extra largo! Dadme las gracias, eh. Que aunque este capítulo sea un poco cutre, es largo. Bueno, como es la una y veinte de la madrugada, no tengo mucha cabeza para andar pensando ahora en un buen comentario final, pero es que acabo finalizar el capítulo y quería subirlo ya xD
Y por cierto, morí con ese gift de Nialler :3
Espero que os guste mucho :)
Love ya, Lex. xx